dissabte, d’agost 13, 2011

Ciencia versus Religión - Un falso conflicto

de Stephen Jay Gould





És un llibre interessant en el que l'autor fa el gran esforç d'harmonitzar ciència i religió. En aquest sentit crec que alguns passatges del darrer capítol són aclaridors:

Me uno a todas las personas de buena voluntad en el deseo de ver a dos instituciones viejas y estimadas, nuestras dos rocas antiguas (la ciencia y la reli¬gión), coexistir en paz mientras cada una de ellas trabaja para hacer un retazo distintivo para la capa integrada de muchos colores que habrá de celebrar las diferencias de nuestra vida, pero que cubrirá la desnudez humana en un abrigo sin fisu¬ras llamado sabiduría. (.)

Me invade el desánimo cuando algunos de mis colegas consideran que su ateísmo personal (al que tienen todo el derecho, desde luego, y que en muchos aspectos yo también profeso) es una panacea para el progreso humano frente a una absurda caricatura de la «re¬ligión», erigida como un hombre de paja con fines retóricos. Resulta, sencillamente, que la religión no puede considerarse idéntica al literalismo del Génesis, al milagro de la licuación de la sangre de san Genaro (que, al menos, proporciona una excusa para la maravillosa fiesta anual de San Genaro en las calles de Nueva York) o a los códigos bíblicos de la cabala y la moderna propaganda mediática. Si estos colegas quieren combatir la superstición, el irracionalismo, el filisteísrno, la ignorancia, el dogma y una caterva de otros insultos a la inteligencia humana (que con frecuencia también han sido convertidos políticamente en peligrosas herramientas de asesinato y opresión), entonces que Dios los bendiga… pero que no llamen «religión» a este enemigo.
De manera similar (naturalmente), pronuncio mi anatema sobre aquellos dogmáticos y «verdaderos creyentes» que. usurpando el buen nombre de la religión para sus doctrinas partidistas, intentan suprimir las verdades incómodas de la ciencia, o imponer su marca peculiar de fibra moral a las per¬sonas que. legítimamente, tienen gustos distintos. Las carre¬ras son cortas, y aunque no voy a negar algunos buenos mo¬mentos de comedia, e incluso de logros de los que sentirse orgulloso, prefiero con toda seguridad estudiar la evolución y la paleontología de los caracoles terrestres de las Antillas que combatir a los creacionistas. Ya está dicho. (.)

Y, claro, podemos llevar la ciencia y la religión a alguna forma de coxistencia políticamente correcta si todos los científicos prometieran no decir nunca nada sobre religión y todos los profesionales de la religión juraran que la incómoda palabra que empieza por "c" no saldría nunca de su boca
.